viernes, 14 de marzo de 2008

generales sobre santiago sierra


LA TRAMPA. Matucana 100, Santiago de Chile. Diciembre de 2007
www.m100.cl

Santiago Sierra (1966 Madrid, España) es un observador de las diversas realidades que coexisten -mucha veces de manera penosa- en las sociedades contemporáneas. Si bien es cierto que el artista produjo muchas de las obras hoy claves dentro de su producción durante los 12 años en los que radicó en la Ciudad de México, su obra no esta delimitada a un contexto especifico, a un sentido de nacionalidad o procedencia geográfica. Sierra indica a través de su obra fragmentos de realidades que en la actualidad mediática suelen consumirse desde la indiferencia, como una noticia en la que a veces no se repara suficientemente a pesar de la gravedad o trascendencia de las mismas. Hacer visibles estructuras endebles, señalar los ejercicios de poder y las dinámicas de opresor-oprimido en las estructuras que componen a una sociedad -cualquiera que sea ésta-, son aspectos que señala con un afán conscientemente reiterativo para hablar una y otra vez de lo que acontece en el mundo.

La importancia del valor de cambio es una constante de su trabajo, interés presente en algunas de las obras que podemos denominar como clásicas dentro de su producción: la remuneración que un individuo acepta para llevar acabo determinada actividad o instrucción dada por el artista. Hombres o mujeres que han aceptado ser tatuados o rapados, que han aceptado masturbarse frente a una cámara, que han permanecido dentro de cajas o han estado escondidos en una calle por horas, atrapados detrás de un muro inclinado o bien que han aceptado repetir frases cuyo significado desconocen con el único fin de obtener por ello un beneficio por su "trabajo", una remuneración. Acciones que evidencian la urgencia de supervivencia (sea económica, sea de dependencia) del ser humano y los límites a los que éstos pueden llegar. Las acciones e intervenciones características de su quehacer artístico ponen al desnudo conflictos socio-políticos que han estado presentes, no solo en nuestro tiempo sino en la historia de la humanidad y evidencia más tarde -a través de la documentación fotográfica, en video o audio- los diversos matices que en cada ejecución se llevan a cabo.

Resultado de minuciosas significaciones, Santiago Sierra deja ver con su obra su postura ante un mundo en creciente desarticulación. Si bien es cierto que en la realidad mediática la indiferencia o con frecuencia se apodera de las reacciones (o las anestesia), la obra de Santiago Sierra difícilmente detona inercia en el espectador; precisamente aquello que reproduce del mundo bajo la licencia del arte es con frecuencia un argumento criticado por el lector de su trabajo.

Sol Henaro : 8 febrero 2008